Con el verano llega la temporada de los festivales europeos como Hellfest, Graspop, Leyendas del Rock, Wacken o Summebreeze, entre los que nos encontramos nombres de la talla Judas Priest, Iron Maiden, Dimmu Borgir, Arch Enemy o Amorphis, por citar algunos.
Nuestra incursión se haría por el festival francés Hellfest, que contaba con un muy potente cartel encabezado por Judas Priest, Avenged Sevenfold e Iron Maiden, así que nos poníamos rumbo a Clisson para 3 jornadas de autentico Metal.
Con el calor pegando bastante fuerte, recargar las cantimploras para no deshidratarnos o acabar con una insolación, nos acercábamos al primer escenario con Toseland, la banda del piloto de motociclismo inglés, que cuenta con dos discos de Hard Rock puro y duro en su poder con los que empezaron a animar este viernes 22 de enero de una manera abismal con tan solo media hora de reloj, entre los que presentaron cortes de sus dos discos.
Acto seguido nos acercábamos al escenario secundario para ver a los británicos Tesseract, quienes en directo son bastante estáticos a diferencia de su vocalista Daniel Tompkins, quien se movía de vez en cuando. Su actuación comenzó con “Luminary”, seguida de “Of Mind – Nocturne”, “Concealing Fate, Part 2: Deception” y “Concealing Fate, Part 3: The Impossible”. Sonder es su último lanzamiento de estudio y la expectación por los británicos iba creciendo momentáneamente entre el público francés.
Poco después del final de los británicos Tesseract, nos acercábamos al Temple para ver a los suizos Schammash, quienes cuentan con tres discos y un ep en su poder. En mi opinión – no puedo hablar mucho de ellos ya que lo poco que les conozco es de oídas – tienen una muy buena puesta en escena y saben cómo atrapar a su público desde la primera nota, pero parece que les falta algo en general para acabar siendo una banda que acabe en boca de todos.
La decepción del día llegaba de la mano de Sons of Apollo, el nuevo súpergrupo formado por el baterista Mike Portnoy (Dream Theater, Avenged Sevenfold), el bajista Billy Sheehan, a los teclados Derek Sherinian, Jeff Scott Soto a las voces y el guitarrista Ron “Bumblefoot” Thal. Dicha agrupación venía presentando su debut Psychotic Symphony, comenzando con “God of the Sun”, seguida de “Signs of the Time” y “Divine Addiction”, a pesar de que el público se acabo dividiendo en dos partes, por un lado los que disfrutaron como si de la Navidad se tratará y por otros – como a servidor – que se les llego a hacer un tanto soporífero/repetitivos.
Un breve parón para comer mientras nos deleitábamos con los sonidos más dulces de Rose Tattoo para lo que estaba por llegar. Volvíamos al ruedo con la banda de Hardcore Punk de Bostón Converge, que lanzaron The Dusk in Us el pasado 3 de noviembre y con el que se desato la locura a pesar de que en directo el único que más o menos destroza las tablas es su vocalista Jacob Bannon, el resto bastante estáticos pero sabiendo como caldear el ambiente.
Turno para la leyenda Joan Jett junto a The Blackhearts, con una actuación digna de alguien de renombre. Comenzando con “Victim of Circumstance”, seguida de los covers “Cherry Bomb” (The Runaways) o “Do You Wanna Touch Me (Oh Yeah)” (Gary Glitter ). Quizás la parte negativa era que tocarán un total de seis covers, pero ¿sabéis qué? Que en directo son tan buenos y Joan sabe cómo animar el cotarro con ese Rock N Roll que ella transmite, que lo mismo esa parte no es tan negativa.
Cuando tocaron “Bad Reputation”, una gran mayoría de asistentes que frecuentaban los escenarios principales se volvieron locos, como si fuese el día del juicio final. Finalizaron su actuación con “I Hate Myself for Loving You”, con la que dieron paso a la siguiente actuación.
Meshuggah no defraudan en directo, es de esas bandas que da pena que no tengan más renombre pues todo lo que plasman en directo, lo llevan a cabo a la perfección en sus directos y a las pruebas me remito, desde “Born in Dissonance”, sin parar y clavando cada una de las notas. La entrega fue abismal con un setlist más que potente con el que sus seguidores quedaron completamente contentos. Mientras iban desgranando cada uno de los cortes que iban incluidos en su setlist se pudieron contemplar varios Moshpits, Crowsurfers y algún que otro Wall of Death, el sumun con el que su estancia en el escenario vino de la mano de “Bleed” y “Demiurge”.
Los también suecos Europe venían presentando Walk The Earth y dando un soplo de Hard Rock tras la tralla. Al igual que sus compatriotas, nunca defraudan y sus directos son sinónimo de pasárselo bien como se pudo comprobar desde que comenzaron con “Walk the Earth”, “The Siege” o “Rock the Night”.
Con el ambiente tan caldeado la formación sueca no tuvo ningún problema en mantener el ritmo, haciendo que la gente que lo estuviera dando todo a pesar de quedar un par de días de jornadas aún por delante. Así mismo también se podía ver como en sus predecesores, a la asistencia en un estando bastante pletórico y que acabo con su éxito “The Final Countdown”.
Tras el doblete sueco era hora de descansar un poco y recargar pilas al ritmo de Steven Wilson, quien comentó que no pegaban mucho en el festival y le llegaron a comparar con Abba. Pues bien, con Abba no, pero no creo que este tipo de artistas combinen muy bien en estos festivales, quizás en un Be Prog. My Friend, porque tras toda la tralla en el cuerpo fue un bajón bestial.
Hora de volver al temple para disfrutar Sólstafir, aunque finalmente no pudo ser la mágica puesta en escena que ellos suelen transmitir. De las varias veces que les he podido ver en directo, está ha sido la peor con diferencia. “Silfur-Refur”, podría haber sido el inicio más magistral, pero ver lo mal ecualizado que estaba el micrófono y que había momentos en los que a Aðalbjörn Tryggvason no se le podía escuchar en condiciones. Seguíamos con la magia de los islandeses con “Ótta”, “Köld” o “Fjara”, pero la cosa seguía sin mejorar vocalmente, así que decidí aventurarme con Hollywood Vampires.
El súpergrupo Hollywood Vampires en el que vemos a Alice Cooper, Johnny Deep y Joe Perry, ¿qué se puede decir de su actuación? Pues que por curiosidad era muy buen grupo, aunque podrían haber contratado a alguna otra banda. Su actuación incluía varios temas propios como “I Want My Now”, “Raise the Dead”, “My Dead Drunk Friends”, “As Bad As I Am” o “The Boogieman Surprise”, con buena acogida. La mayor parte de su show incluía varios covers de diferentes artistas entre ellas:“Bushwackers” (Johny Cash), “Heroes” (David Bowie), “Combination” (Aerosmith), “Ace of Spades” (Motörhead) o School’s Out (Alice Cooper), entre otras. Diría que fue una gran actuación, pero estaría mintiendo pues a diferencia de Joan Jett, ellos tenían la guisa de incluir al señor Deep y por eso tenían atractivo, si no fuera por eso, sería como un tributo de los que muchos acaban criticando por redes sociales.
Los siguientes en escena eran Stone Sour, la banda paralela de Corey Taylor (Slipknot), siendo el co-headliner del primer día. Dieron rienda suelta con “Whiplash Pants”, “Absolute Zero”, o “Knievel Has Landed”, donde ya se podía ver en qué nivel estaba la banda. A diferencia de en Slipknot, aquí Corey demostraba tener una capacidad vocal bastante potente, así como animando a los fans que se encontraban entusiasmados sabiendo que los siguientes en escena eran los británicos Judas Priest.
Corey no paro de dirigirse al público en más de una actuación, sacar un cañón para tirar confeti o un intento de pirotecnia a lo largo de su actuación, que continuaba con pistas como “Say You’ll Haunt Me”, “30/30-150” y así hasta finalizar con “Fabuless”.
La hora de la verdad llego, tras varios años sintiendo que me sentí estafado en aquella gira de Saxon, Motörhead y Judas Priest a modo de despedida, era hora de volver a ver a los británicos. ¿Qué podría decir? Pues que honestamente me alegro muchísimo de haberme perdido a Satyricon y a Napalm Death, pues Judas están en mucho mejor momento que hace siete años cuando el Epitaph se llevo a cabo. En esta ocasión venían presentando su nuevo disco de estudio Firepower con el que empezaron su concierto en esta noche de junio en Clisson.
Continuábamos con un Halford con mucha más voz y mucha más energía con temas como “Grinder”, “Sinner”, “The Ripper” o “Lightning Stike”, con un sonido más que perfecto en la actuación. Andy Sneap (Hell), también parece haberse acoplado bastante bien a sus compañeros de banda, quienes estuvieron pletóricos en todo momento. Seguimos ante el primer cabeza de cartel con “Bloodstone”, “Saints in Hell” o “Turbo Lover”.
La puesta en escena que llevan los británicos es simplemente acojonante, ver en las pantallas los discos, el logo de la banda o una especie de vídeo de hace tiempo con ellos sobre los escenarios de algún concierto/festival, es algo que se tiene que ver. Además como bien he comentado antes Halford se encuentra ahora muchísimo mejor de voz y es capaz de moverse como si nada sobre las tablas como si se tratase de un artista más joven.
Tras una breve introducción, volvían con “Tyrant”, Night Comes Down” y “Freewheel Burning”, con una asistencia que se dejo los pulmones con tanto cantico y no era para menos, pedazo de actuación que traían los británicos. Volvemos a unos minutos de intro, para acto seguido darle a “Rising From Ruins”, “Breaking the Law”, “Hell Bent for Leather” o la ya reconocida “Painkiller”, que a diferencia de otras veces en las que se utilizaba el apoyo del público sí que la cantó íntegramente.
Todo lo bueno tiene un final y es que a los de Inglaterra les iba llegando la hora de ir acabando para darle paso al último grupo del día, aunque antes de finiquitar dieron la traca final con “Metal Gods”, “Breaking The Law” y “Living After Midgnight”.
La jornada final llegaba de la mano de A Perfect Circle, quienes tenían la presentación de su nuevo disco Eat The Elephant. Tras comenzar con “Counting Bodies Like Sheep to the Rhythm of the War Drums”, se noto una bajada de afluencia entre los asistentes increíbles y no es para menos, las temperaturas bajaron y el tener aún un par de jornadas por delante pesaban mucho.
Seguían en escena con “Hourglass” y “The Hollow”, aunque he decir que su concierto estaba siendo interesante, decidí recogerme para descansar ya que tanto el cansancio como el frío hicieron mella y decidí retirarme mientras estaban representando “Rose” en directo.
Texto: Carlos De La Puente y Hippolyte Bordes Fotos: Carlos De La Puente
Tras una primera jornada intensiva, llegaba la calma con un segundo día bastante más tranquilo en general. Algunos grupos de renombre, pero hoy era un día más tranquilo a excepción del solape final entre Dimmu Borgir y Parkway Drive que era la duda que mucha gente se hacía en general.
Mientras desayunábamos algo tranquilamente podíamos ver el final de los franceses Black Bomb A, quienes practican un Metalcore, Hardcore Punk muy interesante y de los que pillamos mientras presentaban la nueva canción “Wake Up”, que fue precedida de “Police Stopped Da Way”, “Mary” y “Make Your Choice”.
La asistencia era algo mejor que la del día anterior por la mañana, pero aún así se notaba que más tarde empezaría a llegar el personal.
Poco después nos aventurábamos a lo que sería nuestro primer día con Eskimo Callboy, que se marcaron una gran fiesta para amenizar la mañana. Comenzando con “The Scene”, continuando con cortes como “My Own Summer”, “Back in the Bizz” o “Shallows”.
Una gran fiesta que incluía crowsurfers, pogos, saltos e incluso bailes aún siendo una hora tan temprana y que logro animar bastante a los asistentes incluso a los que no estaban tan seguros de que fueran a ser tan buenos.
Los alemanes prosiguieron con la fiesta hasta “MC Thunder”, donde la locura se desato finalmente para lo que estaba por llegar.
Poco después podíamos ver tranquilamente a L7 y a Rise of the Northsar tranquilamente a través de las pantallas y a diferencia de las primeras, los segundos consiguieron motivar algo más al personal, aunque lo mejor estaba por llegar.
Tremonti venía presentando A Dying Machine, su nuevo disco de estudio. El guitarrista de Alter Bridge venía dispuesto a dar un buen concierto, pero se quedo por el camino, en directo le pasa lo mismo que a Myles Kennedy (Alter Bridge, vocalista), con sus proyectos en solitario les falta ese algo que con su banda principal sí que tiene.
“Another Heart”, “Betray Me”, “Throw Them to the Lions” o “Radical Change”, fueron alguno de los cortes que presentaron en directo con muy buen sonido, pero como bien he comentado antes faltándoles algo. Tampoco ayudaba mucho la pasarela que pidieron Avenged Sevenfold y que pocos artistas llegaron a usar.
Seguíamos por los escenarios principales con Jonathan Davis, el vocalista de Korn venía presentando Black Labyrinth, siendo un concierto bastante diferente a lo que suele hacer con su banda principal.
Nada más comenzar con “Underneath My Skin”, “Everyone”, “Forsaken” o “Final Days, un más que interesante concierto totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados, aunque sigue sin ser tan comunicativo con los asistentes, pero esto parece algo muy suyo.
Los siguientes eran los galeses Bullet for my Valentine, que contaban con un telón presentando el que es su nuevo disco de estudio, Gravity (que salió a la venta el pasado 29 de junio).
La banda ha cambiado muchísimo desde que les comencé a seguir, siendo Jamie Mathias el que se encargaba de las voces guturales ahora, mientras que Matt Tuck se encargaba más de las limpias y en determinadas ocasiones hacía guturales
“Don’t Need You”, “Over It”, “Your Betrayal”, venían iniciando la potente descarga de los galos quienes tampoco es que se acercaran mucho al público, a pesar de tener la pasarela. Seguíamos con los galos quienes se marcaron un potente concierto y demostraron que son algo más que una cara bonita dentro del metal.
“Letting You Go”, “Worthless”, “Scream Aim Fire” o “Tears Don’t Fall”, también sonaron ante la que sería una gran actuación por parte de los galos.
Hora de correr a las carpas para deleitarnos con los sonidos más oscuros de los noruegos Enslaved, quienes celebraban el último concierto con Cato Bekkevold en la batería. “Roots of the Mountain”, “Ruun”, “Storm Son”, fueron saliendo de seguido como si nada con un buen puñado de seguidores totalmente entregados como si no hubiera mañana. Prosiguieron con “One Thousand Years of Rain”, de seguido “Sacred Horse”, “Allfǫðr Oðinn” y cerrando con “Isa”. Una verdadera pena que solamente tocaran una hora pues en directo son una banda impresionante.
La primera decepción del día venía de la mano de Children of Bodom, su líder y vocalista Alexi Laiho venía totalmente apático, casi tocando más por compromiso que por placer, de hecho desde “Are You Dead Yet?”, se veía ese pasotismo por parte de la banda y no solo eso, si no que a excepción de Hate Me, la mayor parte de las canciones las hicieron a desgana como si nada, así que decidí salirme de allí e irme a descansar para la traca.
Nada más volver al ruego volvíamos a hacerlo por las carpas con los noruegos Watain, quienes a diferencia de sus predecesores sí que demostraron estar a la altura. Entrando E. (vocalista), en escena con una antorcha prendiendo las cruces con las que dieron rienda suelta a “Stellarvore”, “Devil’s Blood” y “Nuclear Alchemy”.
La oscuridad que la formación noruega transmite, ese hedor a maldad que llevan en directo, las cruces invertidas, los símbolos en llamas o el escupir sangre hacen que sea una banda interesante que ver en directo con una puesta en escena que lleva a un nivel muy superior a lo que plasman en sus discos. Proseguíamos en la actuación con cortes como “Malfeitor”, “Furor Diabolicus” u “Outlaw”.
Mientras estaban finalizando su concierto con “The Serpent’s Chalice”, nos íbamos volviendo a acercar todo lo que pudimos para ver a los segundos cabezas de cartel: Avenged Sevenfold. Los americanos han crecido en cuanto a popularidad se refiere, igual que Volbeat, Sabaton, entre otras bandas, llegando a ser cabezas de cartel de diferentes festivales por muy mal que les pese a algunos.
Minutos después de sonar “Walk” de Pantera en dedicación al recién fallecido Vinnie Paul, salieron a darlo todo con “The Stage”, “Afterlite” y Hail To The King”, siendo está última un homenaje para el fallecido.
Los americanos no pararon de moverse, animar el cotarro, el volumen brutal, con una pirotecnia digna de lo que son capaces de hacer y de hecho, fueron el grupo que más uso la pasarela – si, era suya -, pero fueron los que más la usaron y los que más cercanos del público estuvieron.
Quizás sería por el cansancio del día o porque lo que estaba por llegar me apetecía mucho más, pero había momentos en los que les notaba algo fríos, pero ya digo, serían sensaciones mías.
Proseguían en escena con “Welcome to the Family”, “God Damn”, “Buried Alive”, “So Far Away” o “So Far Away”, en la que contaron con un fan del público debido a los problemas en la voz del cantante.
Como bien he comentado antes, los americanos ya encabezaron festivales europeos como Graspop o el Download, guste o no y viendo que había muchísima asistencia viéndoles, creo que es hora de darse cuenta que estás bandas son el futuro.
Ahora llegaba el turno de elegir entre los australianos Parkway Drive o los noruegos Dimmu Borgir, así que decidí decantarme por hacerle fotos a los segundos mientras presentaban “The Unveiling”, “Interdimensional Summit” y “The Chosen Legacy”.
Corriendo volvía a los escenarios principales para ver a los australianos con “Dedicated”, con la puesta en escena que estaban llevando en esta gira, la energía y al gran Winston McCall (vocalista), dándolo todo como si no hubiese mañana. “Cemetery Bloom”, “The Void”, eran las siguientes de su setlist y que sonaron como un autentico cañonazo.
Una verdadera pena que la mayoría de la gente se fuera tras los cabezas de cartel pues de verdad las tres bandas (recordemos que en la Warzone estaban Hatebreed), se estaban viendo auténticos espectáculos. Volviendo a lo que el concierto nos cierne “Idols and Anchors” era la siguiente y a pesar de que es un grupo en el que la gente se movería mucho más, la gente se dedico a animar y algún que otro mospit pequeño, pero poco más, el cansancio hizo bastante mella.
Todo iba rodado para los australianos pero lo mejor estaba por llegar, tras un pequeño parón salieron con “Crushed”, de su anterior plástico Ire, con la que incendiaron todo el escenario y a Ben Gordon (batería), le dieron vueltas mientras se encontraba tocando. El broche de oro a su actuación llego de la mano de “Bottom Feeder”, con el que nos recogíamos para la traca final.
Texto: Hippolyte Bordes, Carlos De La Puente Fotos: Carlos De La Puente
Con dos jornadas intensivas ya acabadas nos tocaba adentrarnos en la última parada del Hellfest, que incluía nombres del tipo: Primal Fear, Arch Enemy, Accept o Marilyn Manson, entre otros.
Mientras nos adentrábamos para llegar a los escenarios principales, la formación americana Stray From The Path se encontraban descargando cortes como “Loudest in the Room”, “Goodnight Alt-Right” o “The House Always Wins”. Aunque a diferencia de los días previos, la gente parecía estar reservándose para lo que estaba por llegar, es decir, había movimiento pero no estaba tan animado como los días predecesores.
Ahora sí que era turno de estar presentes en los escenarios principales, los alemanes Primal Fear daban rienda suelta al día final de Hellfest con cortes como “Final Embrace”, “In Metal We Trust” o “Angel in Black”, además cabe destacar que estar que la formación alemana se encuentra en plena forma y saben cómo dar auténticos conciertos de Metal. La nota negativa fue que no presentarán del disco que van a sacar este próximo mes de agosto.
“Metal is Forever”, nunca falta en el setlist de los alemanes y aunque en esta ocasión marcaba el final de su actuación, siempre es bien recibida por los seguidores de los alemanes.
Turno para los americanos Shinedown, que sorprendentemente gustaron para muy bien y la voz Brent Smith es toda una delicia. Con un par de intros programadas, la banda salió a darlo todo con “Sound of Madness”, seguida de “Cut the Cord” o “Unity”. Con poco tiempo sobre el escenario supieron abrir la boca de los asistentes allí presentes, entre posturitas, que Brent (vocalista) se metiera entre el público para pedir que saltaran o darlo todo como si no hubiera un mañana previsto. Simplemente impresionantes en directo y totalmente recomendados.
Los siguientes en escena también debutaban en el Hellfest y son ni más ni menos que In This Moment. La banda liderada por Maria Brink venía a demostrarnos de lo que están hechos, a pesar de que sus últimos discos podían ser más bien de Lady Gaga.
Los americanos muestran la teatralidad en sus conciertos, con una Maria Brink (vocalista), que se cambiaba de atuendo al principio de cada canción con unas bailarinas a su alrededor, dando rienda suelta a “Blood”, donde ya veíamos que sigue sabiendo jugar con su voz aunque ya no cante prácticamente nada de sus primeros discos. Siguientes en ir saliendo “River of Fire”, “Adrenalize”, “Roots”, “Big Bad Wold” y finalizando con “Whore”. Se nota mucho la calidad de esta banda, aunque es una pena que se alejaran tanto de lo que practicaban en sus inicios y ya no toquen nada de eso en directo.
Asking Alexandria eran los siguientes en escena y la verdad es que el cambio les ha venido para bien pero algo raro, ya se han dejado de ser ese grupo de Metalcore para jóvenes, para ser un grupo algo más light, diría que de Hard Rock pero no sabría cómo definirles. Una vez comencé a ver temas como “Into the Fire” o “When the Lights Come On”, decidí aprovechar ese y el de Iced Earth para descansar.
Los siguientes en la palestra eran Killswitch Engage, a los que personalmente les tenía muchas ganas para ver para ver que tal es su directo y más ahora que su vocalista Jesse Leach. Parece que la operación le ha ido de perlas ya que ha mejorado mucho vocalmente tal y como demostró en cortes como: “Strength of the Mind”, “A Bid Farewell”, “Hate by Design”, “Always”.
Con unos seguidores entregados a la mitad, la banda pidió que se animaran para hacer un gran Mospith alegando que no era un festival para maricas y que la gente se animara un poco. El final llego de la mano del cover “Holy Diver” de Dio.
Los también alemanes Accept se presentaban en el primer Mainstage para presentarnos The Rise of Chaos, de la mano de “Die By Sword”, notándose que la formación germana está viviendo una segunda juventud junto a su actual vocalista Mark Tornillo. Con esa energía que ellos saben transmitir seguían con “Pandemic”, “Restless and Wild” o la ya conocida “Princess of the Dawn”.
Saben cómo transmitir en directo, la pena era que contaban exclusivamente con 50 minutos de actuación que finalizo con el himno “Balls to the Walls”.
Siguiendo con la tónica de los escenarios principales nos encontrábamos a Arch Enemy, quienes con pirotecnia salieron a rienda suelta para demostrar la pasta de la que están hechos y lo mucho que ha mejorado Alissa (vocalista) en directo. Con la nueva “The World Is Yours”, salieron disparados ante un público bastante activo y mucho mejor que en las primeras horas del día.
Volvíamos al pasado con “War Eternal”, a la que dio paso “My Apocalypse”, con Alissa en su estado más pletórico y demostrando lo mucho que ha mejorado en directo, siendo la persona encargada de animar el cotarro mientras sus compañeros se dedicaban a hacer lo suyo. Regresamos a la actualidad con los dos lanzados con la vocalista canadiense con “You Will Know My Name”, “The Eagle Flies Alone”, “First Day in Hell”, “As the Pages Burn”.
Una verdadera delicia en directo que vino incluida con dos pistas de la época en la que la alemana Angela Gossow militaba en la banda “We Will Rise” y el himno “Nemesis”, con el que la formación demostró estar en muy buena forma.
Nada más finalizar la actuación de la formación sueco/americana/canadiense, me dirigía a las carpas para deleitarme con los fineses Amorphis, mientras en los escenarios principales estaban Megadeth, pero me dijeron que hice muy bien ya que no estuvieron en un buen día.
Por otro lado los fineses salieron en el Altar con “The Bee”, de su nuevo disco Queen of Time y recibiendo una gran acogida por parte de los asistentes. Estos chicos nunca fallan en directo tal y como hicieron con cortes como “The Golden Elk”, “Silver Bride”, “Daughter of Hate”, entre otras.
Quizás la parte de negativa es que a diferencia de su vocalista Tomi Joutsen, el resto de integrantes se quedaron bastante parados, aunque se les perdona porque lo que estas bestias muestran en directo, que fue creciendo a cada canción que presentaban en directo. Con “Death of a King” y “House of Sleep” llegaron al clímax de su actuación con los asistentes volviéndose realmente locos.
Turno de los griegos Septicflesh, a pesar de que vocalista Spiros “Seth” Antoniou tuviera poca movilidad en el brazo derecho, supo cómo hacer entrar en calor a un Hellfest previo a los Maiden.
Comenzando con “Portrait of a Headless Man”, seguida de “The Vampire From Nazareth”, “Martyr”, “Prototype”, iban cayendo una por una con los griegos totalmente enfrascados en darlo todo ante una asistencia que se lo pasaba bien, pero estaba algo estática. El sonido en general en los tres días – quitando alguna que otra excepción – sonaba todo de maravilla y la formación griega no iba a ser para menos.
Continuaron con unos temas tan cañeros del palo “Communion”, “Persepolis”, “Anubis” o cerrando con la nueva “Dark Art”, en la que hicieron hincapié en la oscuridad que tiene la gente dentro de sí misma.
Y llego el momento, Iron Maiden salían a la palestra para deleitarnos con un setlist bastante interesante, con una escenografía brutal y el ya famoso Eddie, la mascota de los ingleses. Nada más darle al play con “Aces High”, toda la gente congregada en los escenarios principales se vino arriba, como si estuviéramos en plenas fechas navideñas.
Los británicos saben dar como auténticos espectáculos de Heavy Metal, eso no se les puede discutir y es que solo ellos son capaces de hacer que la gente acabe afónica tan solo con dos temas de su repertorio tocados.
Vasos volando, cuernos, pirotecnia, un Bruce que parece seguir viviendo una esplendida juventud y una banda que consiguió arder el mismo Hellfest. Seguíamos deleitándonos con temas como “2 Minutes to Midnight”, “The Trooper”, “Flight of Icarus”, entre otras.
He de reconocer que nunca he sido muy fan de los británicos y en lo personal diré que sus espectáculos son para vivirlos, pues son mágicos, pero si no eres un gran servidor de la banda acabarán saturándote, lo que probablemente me acabe pasando a mí y este una gran cantidad de tiempo pasando de verles en directo.
Como no podía ser de otra manera “Fear of the Dark”, “The Number of the Beast”, o “Run to the Hills”, también fueron representadas en el concierto del último cabeza de cartel del festival francés.
El reverendo hacía acto de presencia en el escenario 2, siendo la verdad una actuación que todavía dudo entre lo grotesco o lo raro, he de decir, que Manson lleva varios años de capa caída y en esta ocasión no iba a ser menos. Musicalmente sonaron cojonudos pero él ya casi ni vocalizaba bien sus canciones – de hecho me costó bastante distinguir sus canciones-
“This is The New Shit”, “mOBSCENE”, “Kill4Me” (en la que subieron a 4 fans que acabaron sin camisetas durante el resto del concierto) o el cover de “Sweet Dreams” (Eurythmics cover), fueron algunos de los cortes que salieron en la actuación del reverendo con partes bastantes como tirar el micrófono fuera del escenario, sacarse un moco o tratar a uno de los músicos como si fuera un esclavo.
No diré mucho más de la actuación de Marilyn Manson, pero no entiendo muy bien él como puede acabar siendo un nombre tan gordo en algunos festivales, vale que como reclamo pero desde hace mucho tiempo este hombre deja que desear en directo.
Y el final llegaba de la mano de los finlandeses Nightwish, quienes lanzaron el recopilatorio Decades con el que hacen un repaso extenso a su carrera y con el que se han embarcado en esta gira por Europa. Comenzando por “End of All Holope”, de la primera época de su carrera con Tarja Turunen, seguían con “Wish i Had an Angel”, “10th Man Down”.
Floor Jansen (Ex – After Forever, Ex – Revamp), ha demostrado tener un amplio registro desde su entrada en la formación y la verdad es que en esta noche de 24 de junio no fue para menos demostrando que es capaz de llevar los temas compuestos para sus predecesoras a su terreno, además con la pirotecnia y toda la iluminación que los fineses llevan en escena, dan una sensación de calidez aunque sea la 1 de la mañana.
Del disco lanzado con la holandesa llegaba “Élan”, con el que acto seguido le dieron paso a la época de Annete Olzon con “Amaranth” y “I Want My Tears Back”. No mentiré diciendo que me faltaron muchos temas como “Storytime”, “Dark Chest of Wonders” o “Wishmaster”. Los finlandeses tienen muy difícil la tarea de elegir según que canciones para sus setlist, pero personalmente iría rotando algunos de esos temas que funcionan en directo, con otros que ya tienen algo más trillados.
La ronda final llegaba de nuevo de la mano de la época de la finlandesa Tarja Turunen, con una Floor Jansen pletórica interpretando “Devil & the Deep Dark Ocean”, “Nemo”, “Slaying the Dreamer” y “Ghost Love Score”.
La parte negativa del concierto para mí es que según les vi en el Metalfest, este directo no se diferencio en nada de ese, quizás el nombre del festival y poco más, pero el resto era exactamente el mismo concierto, creo que con la carrera tan extensa que tienen podrían salirse un poco de los parámetros.
Al igual que en la gira de presentación del Endless Form Most Beautiful, cerraron con “The Greatest Show on Earth”.
En definitiva un grato festival con sus pros y sus contras, con artistas que demuestran que viven del nombre que tienen, otros que demuestran crecer poco a poco con cada disco y los que se mantienen en un buen nivel con shows más que interesantes para sus fans. Veremos qué pasa con el cartel del año que viene que ya ha confirmado a Manowar, Slayer, Carcass, Mass Hysteria y Dropkick Murphys
Texto: Hippolyte Bordes, Carlos De La Puente Fotos: Carlos De La Puente