En el libreto de su anterior trabajo discográfico —Universo Pastora—, se comentaba que «cuando aparece un cantaor como Israel Fernández, de repente se abren las ventanas a la sorpresa y las emociones». Entonces realizó una profunda inmersión en la obra de la Niña de los Peines, de su hermano Tomás Pavón, y de Pepe Pinto, es decir, el legado sonoro de la Casa de los Pavón, en lo que fue un emocionante diálogo musical de conclusiones lucidísimas, y en el que aportó su singular personalidad a los cantes. Este nuevo trabajo, titulado Amor, se nos presenta como una obra más personal si cabe, y no porque Universo Pastora careciera de la impronta de Israel, sino porque Amor va más allá: el artista no se limita a recrear una obra concreta, sino que escoge aquí y allá lo que mejor define su presente flamenco, tejiendo los temas con letras de su propia autoría, siempre con la base de un profundo conocimiento del repertorio. |