Ismael Serrano – Las Noches del Botánico, Madrid 02/07/2021
Decía una de las canciones de Mago de Oz, “… y el verbo se hizo carne y habito en Chamberí”,
pues algo así sucede con Ismael Serrano, cantautor con un grandísimo número de
incondicionales desde que allá por 1997 pegara el pelotazo con el tema “Papa cuéntame otra
vez”, pero también, orador, monologuista, poeta y muchas veces activista y portavoz de sus
creencias políticas. Lo cierto es que, de una manera u otra, no se puede entender un concierto
de Ismael Serrano sin esa mezcla de música e historias que los propios temas enconden y que
tanto le gusta al artista hacer partícipe a su audiencia a modo de introducción, los americanos
lo llamarían “Storyteller”.
Y es que, quieras o no, la parte hablada tiene muchísima importancia es sus shows, y si
después de arrancar el concierto, con un elegante y sobria puesta en escena, interpretando
“No soy” y “La llamada” el madrileño hace la perfecta definición del año con un “ha sido un
año…de mierda”, pues no hay mas que añadir. Todo esto posteriormente a agradecer a su
publico el continuar ahí, el haberle “soportado” virtualmente este tiempo e interpretar
“vértigo”. Podrías hacer una crónica solo con las presentaciones, y es que resulta gracioso
escuchar como para presentar “Por qué fuimos” Ismael Serrano presenta a Litus y Clara
diciendo “me gusta mucho invitar a grandes artistas a cantar mis canciones por que cuando las
escuchas en sus voces es cuando dices, ostia que buena”, por cierto, Clara se llevo su
cumpleaños feliz cantado por un abarrotado jardín de la complutense.
Y es que, cualquiera que haya estado en un concierto suyo sabe que es cierto lo que digo, la
presentación de “Pequeña criatura” hace incluso que el tema cobre otra dimensión, un
sentimiento que no tiene en el disco, esa historia de los que somos de interior y vemos el mar
como algo maravilloso y especial, más aún cuando vienen acompañados de esos recuerdos de
viajes familiares. Te das cuenta de que tienes una edad, y eso fastidia mucho, cuando le
escuchas hacer una estrofa de aquel “Take on me” de A-Ha para contar la historia de un amor
de colegio, perdiéndole la pista al empezar el instituto, en el que ella estaba enamora del tema
y el, del video clip y de esa chica a la que nunca se atrevió a hablar directamente pero que el
futuro le volvió a poner en frente en uno de sus conciertos. “La memoria es el andamio que
restaura la identidad, se llama nostalgia y sirve para recordarnos que, por suerte, también
somos frágiles. Uno vuelve siempre a los sitios donde amo la vida, dijo Chavela Vargas” y con
esto, sonó “Vine del norte” ¿seria capaz un simple mortal como yo de poder describiros mejor
lo que estaba bien, no, ya os digo yo que no.
“No hagas un papelón Ismael” es lo que le salió cuando poco a poco se iba enredando en sus
palabras para presentar a la que es su compañera sentimental, Jimena, a la que recibió con un
simpático “¿Y la niña?”, “Por ahí anda, despierta”, lo que provoco las risas del personal antes
de la emotiva “Cuando llegaron ellas”. Lo que dan las tablas, esos años sobre un escenario, al
poco de comenzar “La extraña pareja” el sonido se vino abajo por completo, lo único que se
podía escuchar era la batería, todo ello sin micros claro está. Tienes tres opciones, cortas y te
vas, dos, entras en pánico y tres, haces un “aquí no pasa nada” y sigues tocando mientras el
público se encarga de cantar la canción hasta casi el final que vuelve todo a sonar nuevamente.
“¿Que la hagamos otra vez? Vamos a hacerla tres o cuatro veces, además tengo un solo de
guitarra yo en este tema de cojones, pero esta vez le voy a dejar a Josemi” y volvió a sonar de
nuevo el tema desde el principio, a eso le llamo yo tener respeto por su público. Especialmente
emotivo, sin lugar a duda, “Papa cuéntame otra vez” dedicada y enfocada a lo que hemos
pasado de esta pandemia, homenaje a sanitarios y a toda esa gente que ha aportado su
humanidad para ayudar a los que mas lo necesitaban.
El concierto se alargó más allá de la hora estipulada debido al pequeño retraso en el comienzo,
pero nadie se movía de sus sillas, es un matrimonio perfecto el de Ismael Serrano y su público.
Puede que te guste mas o menos su música, existe la posibilidad de que te veas arrastrado a
uno de sus conciertos por tu pareja, pero, en el peor de los casos te vas a divertir a buen
seguro sacaras algo positivo del concierto, lirica, musical, o en formato de monologo, y es que
esto es algo mas que música, solo tienes que rascar un poco para encontrar ese mensaje
escondido detrás de la canción. “Los cantautores somos gente triste, y puede ser, alguna vez,
pero es que yo reivindico un espacio para la tristeza. Las canciones tristes nos ayudan a
transitar el duelo, quiero llorar porque me da la gana, escribió Lorca”. No vas a ir a llorar a un
concierto de Ismael Serrano, o puede que sí, quien sabe, en cualquier caso, iras a emocionarte,
y que es la música si no un sentimiento. Ya sabes como son los conciertos de Ismael Serrano,
como hemos llorado, que bien lo hemos pasado.