
Pablo Lopez – Wizink Center, Madrid 28/11/2021
Poco a poco vamos disfrutando de esos conciertos aplazados por el Covid19, y una de estos era el del malagueño Pablo Lopez, con algún cambio a lo que debería haber sido en su momento, llevo al escenario del Wizink Center su ya comentada y aclamada “jaula”, un espectáculo que sigue sin eclipsar a lo verdaderamente importante, su piano.
Y es que ya puede poner mil fuegos de artificio que al final, todo se reduce a un tipo sentado en su piano metiéndose en el bolsillo desde el primer segundo a toda una audiencia y es que es de esos artistas que lejos de necesitar fuegos de artificio o distracciones externas, gana en las distancias cortas. Y él lo sabe perfectamente, otra cosa es que. Por motivos evidentes, hay que llevar una monstruosa producción, pero Pablo Lopez no desaprovecha la ocasión de renunciar a cualquier factor externo para quedarse a solas con su audiencia y su mejor amigo, el piano.
Mas allá de lo que Pablo Lopez es y representa me gustaría destacar la impresionante banda que le acompaña sobre el escenario, por un lago Matías Esien al bajo, un musico que ha colaborado con gente como Coti, Nena Daconte o Julieta Benegas, un maestro a las cuatro cuerdas. En la batería Coki Giménez, con una pegada y un acompañamiento de la base rítmica bestial. Y para finalizar este Dream Team, Victor Elías a los teclados, programaciones y…mucho más, es el alter ego perfecto de Pablo Lopez. Allí donde el malagueño no llega tiene a Victor para socorrerle. Un autentico lujo de banda.
No hay mejor forma que hacer una gran de presentación de un disco nuevo que como lo hace Pablo Lopez, tocando todos los temas del disco, aderezados por supuesto con cortes reconocidos de su carera como “El patio”, “El mundo o “Vi” entre otras. Aunque como os decíamos anteriormente, el punto álgido de la noche llega a mitad del show cuando se queda solo con su piano, frente a quince almas y sin un “plan de vuelo” claro. “Ahora es cuando me decís que queréis escuchar”, imposible por otra parte ya que los títulos se mezclaban saliendo de la garganta de cada asistente, en mi caso, si hubiera podido enviarle un WhatsApp me hubiera decantado por “Salir” de Extremoduro, banda que le gusta mucho al malagueño y de la que ya ha ofrecido píldoras en algún que otro programa de televisión.
Lo que si hizo fue lanzar un guiño a su amigo y admirado Alejandro Sanz con “Lo ves” y regalarnos una píldora de “Me cuesta tanto olvidarte” de Mecano, todo esto mientras “regañaba” a su publico por mirar a las pantallas laterales estando el en el escenario. Otra cosa que distrajo la atención del artista fue unos espectadores con luces navideñas a modo de collar, y algún que otro adorno de temporada, situados en lo mas alto del Wizink Center consiguieron llamar la atención de Pablo Lopez, a ver quien supera eso.
Pero no todo puede ser perfecto, y en este apartado debo decir que a Pablo Lopez e le hizo el concierto muy largo, menos “monologuista” que últimamente su voz no tuvo, quizás, el descanso oportuno y con las exigentes notas de sus temas unido a que pone su corazón en las cuerdas vocales en cada concierto, tuvo mas “problemas” de los habituales en cuestión de afinación. No seré yo quien le reproche esto ni mucho menos, no todo es la técnica ni la perfección, sobre todo cuando la emoción se apodera del artista, incluso diría que esto es más importante, pero, si me parece correcto reseñarlo. Afortunadamente tendrá tiempo para descansar de cara a su próximo concierto ya que creo que es algo puntual de cansancio vocal o eso quiero pensar. Para que os hagáis una idea de la pasión de Pablo Lopez hacia su público, seguro que el sabia perfectamente esto que os comento, pero no quiso irse del escenario sin salir a hacer un bis, algo que es extremadamente raro en él, pero decidió que no podía despedirse sin hacer “La mejor noche de mi vida”, puede que fuera por que tanto para el como para las quince almas allí presentes, fue una de las mejores.


